Pensar en una reforma puede ser agotador; pero si sumas el precio de la vivienda actual a todos los papeleos e incertidumbres que conlleva una compra, la reforma da lo mismo por mucho menos.
Por otra parte, adentrarse en reformas parciales o integrales sin tener muy claro lo que se quiere puede acabar en casas Frankenstein (partes viejas al lado de partes modernas) o con un desaguisado frustrante del que puedes acabar muy arrepentido.
Por eso, si tu deseo es cambiar de casa, lo mejor es que acudas a empresas profesionales de reformas como Reforcam.
Esta empresa lleva más de dos décadas haciendo reformas integrales en Madrid con centenares de proyectos y un catálogo de decoración con acabados muy específicos.
Si tu intención es levantar un nuevo hogar piensa que con una reforma integral puedes conseguir una vivienda completamente nueva, por un precio mucho más económico que el de la compra, y sin el tremendo gasto que supone comprar una vivienda nueva.
Ocurre, y lo sabemos por experiencia, que muchas personas improvisan conforme las obras se van sucediendo: ahora ponemos aquí una ventana, ahora quitamos esta pared, ahora pintamos todo de blanco… Y, en ocasiones, el resultado final es decepcionante.
SI cuentas con tejado propio es incluso conveniente reformar antes que comprar una nueva casa. Facilitas además la posibilidad de instalación de placas solares y puedes autoabastecerte.
Por eso, antes de acudir a los profesionales es importante dar un repaso de estilo a estas estancias: salón, baño, cocina y dormitorios.
Sabiendo qué clase de decoración es la que más te estimula, y teniendo en cuenta las características de la casa, podrás hacer el sueño realidad en toda su plenitud.
El salón, por ejemplo, es la zona más importante de la casa y donde mayor tiempo se pasa.
Es aquí donde más clara debe estar la idea que regirá en el resto de estancias: clásico, moderno, futurista, sobrio, abigarrado, etc.
La intención decorativa va a depender de la luz, el espacio y la cantidad de elementos que vaya a contener: tv, tocadiscos o aparatos de música, lámparas, sofás, etc…
Un salón puede recargarse todo lo que se quiera; pero teniendo siempre presente que después has de vivir en él.
La cocina, por su parte, es el segundo lugar donde más momentos y sensaciones se viven.
Tu cocina puede ser abiertas (americanas) o cerradas. Las del primer tipo ganan muchísimo espacio y, como su propio nombre indica, expanden el hogar.
Pero si por algún motivo eres sensible a los olores de las comidas que cocinas, piénsatelo porque estarán presentes en todas partes.
Las cocinas cerradas, en cambio, son estancias estancas separadas del resto de habitaciones y espacios de esparcimiento personal más privado.
Los baños tienen más miga.
Son más complicados porque hay que revisarles la instalación eléctrica, alicatado, tuberías, baldosas, instalación de agua, etc. Y cada una de estas revisiones y obras pueden, en ocasiones, complicar la reforma y la decoración del lugar.
Los dormitorios deben responder siempre a elementos estéticos basados completamente en dos cosas:
- El gusto personal
- La comodidad
Descansar cómodamente, tener todo lo que necesitas a la mano, buena iluminación y paz es esencial. Por eso, piensa en ventanas, en suelo que no dé más calor, y en que el mobiliario no estorbe después.
En el dormitorio se vive.
Es el lugar más “intenso” de la casa, por eso es importante tener muchas referencias previas y no improvisar.
No es necesario vender tu casa para comprarte otra y pasar por los mismos trances una y otra vez (a no ser que quieras cambiar de barrio o zona).
Con una reforma integral puedes eliminar incomodidades propias de casas viejas y tenerlo absolutamente todo a un precio razonable.
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